Dios sin casilla

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Hace unos años, alguien me contó que su esposo siempre pedía mis canciones cada vez que tomaba alcohol y se emborrachaba. Él le decía, “pónme la canción del TÚNEL (Inigualable Sensación), siento que me llega al corazón." La otra canción que repetía una y otra vez era “Mi Necesidad”. Así, en medio de la influencia del alcohol, pasaba horas escuchando y cantando las canciones, y a veces, lloraba cuando llegaban las frases que más le tocaban.

Cuando me contaron los episodios me provocó risas solo imaginarlo, pero de inmediato supe que Dios estaba haciendo un trabajo en el interior de este hombre...usando la música para tocar a su alma, y que algún día el resultado se vería. Como al año y medio después recibí la grata noticia de que su vida completa había sido transformada para mejor.
Ya hacen más de cinco años que decidió entregar su vida a Cristo y hoy es un maravilloso hombre, dedicado a su familia y al servicio de su comunidad.

Cuento esto para recordar la importancia de NO menospreciar la obra de Dios en alguien, simplemente porque ante nuestros ojos se ve diferente de lo que pensamos debería ser lo tradicional o “correcto”. Muchas veces, Dios obra en maneras no convencionales porque a Él no se le puede encasillar. Él es Dios ante todo y no tenemos que entender o estar de acuerdo con su estilo y estrategias.

Con Amor

Lilly Goodman

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